A Josefina la buena suerte no la ha acompañado en su inicio de campaña,
ella lo sabe y por eso decidió empezar
con un evento pequeño, exclusivo y sumamente controlado, para que no hubiera
sorpresas de por medio. Únicamente
200 personas estuvieron invitadas a la pachanga, las mismas que hicieron
guateque como si hubiera sido verbena popular. Ahí fue presentada por Alan
Tacher (¿de verdad? ¿De verdad fue lo mejor que pudo conseguir? ¡Cuando lo vi
no sabía por cuál de los dos sentir más pena ajena!) y después de unos minutos
ella dio a conocer el vehículo que la llevará a recorrer todos (o al menos
algún número) los rincones del país: el
Pinabus (#samamada). Sin embargo, lo
mero bueno será ver a la candidata en plazas públicas y ante miles (en caso
de que logre juntar tal cantidad) de seguidores (o acarreados, “asegún” sea el
caso).
Por lo pronto, Chepinita empezó
ya sus baños de pueblo en su tierra natal, Teziutlán,
Puebla. Y está bien que dicha ciudad no sea muy grande pero, ¿reunir a tan sólo 7 mil “simpatizantes”
(y lo pongo sí, entre comillas, porque lo cierto es que los asistentes
realmente fueron acarreados desde poblaciones de Hidalgo, Veracruz y otras
localidades de Puebla)? ¡Creo que Quadri reunió más en su primer acto
público (y eso ya es decir)! Y al igual que como le pasó en el Estadio Azul, en
Teziutlán, la poblana nomás no prendió (como
fósforo mojado). Y es que, aceptémoslo, mucho
carisma, mucho carisma, ¡pues no es algo que precisamente tenga Chepina!
Hay quienes dicen que la homilía del Papa la semana pasada estuvo más divertida
¡y eso que el señor tiene 80 años!
Y de regreso, en el DF, cuando
Josefina visitaba la escuela donde ella estudió en la colonia Petrolera, en
Azcapotzalco, un hombre, entró al salón
de clases donde ella estaba platicando con los niños y se soltó a gritar: “¡La UNAM no es un monstruo! El monstruo
es Fecal”. La verdad es que yo no sé cómo es posible que el equipo de
campaña permita que toda esta clase de “tropiezos” se den tan constantemente.
Si a Peña Nieto y López Obrador no les ocurre no es porque no haya gente que
los deteste, sino porque la logística que maneja quien anda con ellos no
permite que suceda, así de sencillo. A
Chepina o de plano no la quieren o su equipo es una bola de ineptos… ¡o ambas dos
cosas a la par juntas (que es lo más probable)!
Me parece que esa idea que están
teniendo en la Vinculación con la Sociedad de Acción Nacional hace bien en
convocar a un ejército de tuiteros y feisbuqueros para que sea a partir de ellos
que el mensaje de Josefina llegue a los 46
millones de usuarios de las redes sociales del país (según yo eran muchos
menos, pero esa es la cifra que maneja el Partido), porque si se van a esperar a que ella con su talento logre ese alcance, se van
a cansar.