Ya habiendo pasado la
euforia del debate es necesario hablar de otros temas también importantes,
aunque no lo sean tanto. Y para comenzar la tanda del día, quiero comentar algo
que muy extrañamente sucede en la bancada panista de la Asamblea Legislativa
del DF, resulta que los diputados comienzan a emprender la huida del Partido
(seguramente prevén el inminente hundimiento del barco).
Tres han sido los legisladores
que han decidido retirarse de la bancada, sé que no parece ser un gran número,
sin embargo, si tomamos en cuenta que en total eran 15, tenemos como resultado
que ya se les peló el 20% de los representantes locales y ¡ahí sí ya no suena
padre el asunto!
El disidente en
cuestión en Guillermo Huerta Ling, quien renunció “en virtud de encontrar
profundas discrepancias con el manejo y ejecución de acciones legislativas y
administrativas por parte de la coordinación parlamentaria” (¿se tratará acaso
de corrupción dentro del PAN DF?).
Los otros dos que se
abrieron de la bancada son José Giovanni Gutiérrez (quien más tarde se puso la
camiseta verde) y, por supuesto, la sonadísima Lía Limón, quien armó tremendo
alboroto cuando se dio la elección interna del PAN para definir a los
candidatos para jefes delegacionales, arguyendo que habían existido un alto
número de irregularidades.
Ya con este movimiento
de fichas, el PAN y el PRI, llegarán al 1 de julio con 12 asambleístas cada
quien (si es que no pasa otra cosa), convirtiéndose así ambos dos a la par en
la segunda fuerza del DF.
La perspectiva se ve
bastante gris para los blanquiazules en estas elecciones, ya que por primera
vez desde 1997 parece que no tienen oportunidad de mantener la segunda fuerza
legislativa en la Asamblea, pero no sólo eso, también corre el riesgo de perder
su bastión en la Miguel Hidalgo y la recién adquirida Cuajimalpa, sin mencionar,
por supuesto, la nula oportunidad que tienen de hacerse de la jefatura de
gobierno.
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