¿Ya vieron los nuevos spots de
los candidatos presidenciales? Para que los ubiquen, los de Peña Nieto son
sobre su niñez (él recordando viejos buenos tiempos, que asumo, fueron mucho
mejores o al menos más holgados que los de la gran mayoría de los mexicanos);
el de Andrés Manuel es sólo una nueva versión del que ya habíamos visto donde
echa mano de la imagen de los Cárdenas (ya saben, cuando le conviene los tiene
cerquita, cerquita) y en medio de multitudinarios mítines (¡cómo quisiera
Chepina tener imágenes de esas!); el de Josefina dice que todas las voces de
los mexicanos son una en ella misma (si eso no es un caso de posesión demoniaca
o de alucinaciones tántricas, que alguien me explique de qué se trata); y el de
Quadri muestra a los alter egos de los candidatos paseando en su Van, y ayudando
a una chavita quien huye de maltrato intrafamiliar. Si ya los ubicaron, qué
bueno, si no, espero al menos haberles metido la cosquillita de buscarlos en
internet lo más rápido posible.
Ahora bien, hay un spot en
particular del cual quisiera hablarles y que no está enlistado en el párrafo de
arriba, se trata de uno lanzado por los legisladores del PAN en el que llaman
mentiroso a EPN. El que yo he visto (no sé si haya más) se basa diciendo que
los compromisos #67 y #57 del ex gobernador del estado de México no fueron
cumplidos a cabalidad de acuerdo con lo prometido en su campaña electoral para
gobernar esa entidad. Aquí ya habría que analizar cuál fue el compromiso
específico y el resultado, y yo, la verdad es que no pienso moverme hasta los
lugares que se mencionan en el spot sólo para corroborar si lo que dicen es cierto
o no. Y en parte no lo pienso hacer (además
de la inmensa flojera que me causa salir del caótico y a la vez entrañable
DFectuoso) porque la actitud de los panistas me provoca muchísima molestia. Y
cuando vean el spot seguramente me entenderán por qué. Al final del mismo se
oye una voz en off contundente diciendo: “Peña Nieto miente”. Muy al estilo de
los que se escuchaban por estos meses pero de 2006, que pregonaban: “López
Obrador, un peligro para México”.
Justo ayer escribía sobre cómo
Josefina lamentaba por los rincones que se estuviera desarrollando una “guerra
sucia” en su contra en las redes sociales (especialmente en Twitter),
evidenciando en los hechos una gran falta de coherencia en el discurso de la
panista. Se queja de que la atacan pero ¡ah!, cuando ella lo hace cambia la
cosa.
El spot lanzado por el PAN más
que ayudar a su candidata termina por meter su prestigio a lo más hondo del
fango que seguramente se forma en La Chingada (y que conste que me refiero al
rancho que tiene AMLO en Palenque) con tanta lluvia que cae en la selva chiapaneca.
Veo claramente que a los
blanquiazules no les termina de quedar claro que la ciudadanía ya está harta de
descalificaciones a diestra y siniestra, que la situación extrema en la que nos
ha puesto el gobierno federal de Felipe Calderón nos ha hace añorar, como nunca
antes, la conciliación, la reconciliación, la concordia, el diálogo y el
respeto mutuo tanto acá abajo, entre los de a pie, como allá arriba, entre
quienes nos representan (o que dicen representarnos y que por ello cobran una
muy jugosa remuneración económica). Y dichos spots lo único que logran es
generar el encono idóneo para ganar votos, sí, y sin embargo, para perder lo
poco que nos queda país como unidad social. Josefina y su equipo pregonan que
son diferentes, y lo son, son diametralmente diferentes de lo que yo y muchos
mexicanos esperamos de nuestra clase política.
A todo esto, me llamó mucho la
atención la encuesta que publicó el día de hoy GEA-ISA en donde la panista sigue
en segundo lugar pero con la pequeña gran sorpresa de que, con 23.9% de la
intención de voto, se encuentra en empate técnico con AMLO, quien cuenta con el
21.9% de la intención de voto. Pareciera que los panistas le encontraron
sentido al dicho de Isabel Miranda de Wallace, que aseguraba que “perdiendo
gano” y ahora se están empeñando en ganar desde la derrota electoral. Lo dije
ayer y lo repito hoy: Quien por su gusto muere…
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