Hace unos días (aunque
bien pudo haber sido ayer, la verdad es que no recuerdo) les compartía yo mi frustración
porque el IFE nomás no sancionaba a quien debía de sancionar y que seguía
comportándose tan pasivamente como lo había hecho en las elecciones
presidenciales del 2006, sin embargo, parece ser que comienzan a ponerse un
poco las pilas porque ayer el Instituto decidió sancionar al presidente
Calderón por un acto proselitista del que ni yo estaba enterado. Resulta que
nuestro H. H. H. capitán del barco (quien me sorprende porque no haya saltado
por la proa todavía) difundió propaganda personalizada disfrazadamente (o al
menos intentó que así fuera, porque seamos honestos, si hubiera estado
debidamente disfrazado, no le estaría cayendo el chahuistle en este momento) al
enviar cartas a los contribuyente agradeciéndoles el pago de sus impuestos
utilizando, por supuesto, recursos públicos (aunque con el nivel de recaudación
fiscal de este país, seguramente tampoco gastó tanto).
Fíjense que ahora que
lo escribo me suena a que alguien ya me había comentado que le había llegado
una carta de este tipo, sin embargo, puede ser que sólo se trate de mí manipulando
a mi subconsciente, en fin.
El chiste es que el IFE
(en una sesión llena de descalificaciones, aventadas de verduras y pedorreos…
de esas cosas lindas que suceden en las sesiones de cualquier instituto que se
diga respetable) determinó que el presidente violó la Constitución y tendrá que
pagar con sangre por ello (bueno, bueno, tal vez esté exagerando, pero al menos
unos pesos sí tendrá que soltar). Quién iba a decir que la sanción no vendría
por violación categórica a los derechos humanos de nuestros conciudadanos a lo
largo y ancho del país a manos de agentes federales, no, sino por el envío de
cartas (quien es malo, es malo hasta por correspondencia).Total, el punto es
que se viera que los consejeros del IFE no se están rascando las pelotas y que
de vez en vez sí ven más allá de lo evidente (cual Thundercat).
Sólo como dato
adicional, para quien no recibió alguna de estas cartas (deudores del mal), en
las mismas se promocionaba la imagen del presidente, obviamente en un carácter
jovial y amigable, es más casi rayando en la carcajada (de esas que parece que
se ríe del contribuyente y no con él, joepú).
Ahora bien, el IFE
también sancionará a AMLO por hablar abiertamente de sus propuestas en tiempo
de intercampaña y parece ser que Peña Nieto no se salvará de que le caiga la
mano ruda de la justicia. A ver.
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