Gustavo Madero, presidente del
PAN y senador de la República con licencia, regresa a su puesto en estos días.
Esta noticia no tendría mayor importancia de no ser por dos razones: 1. Madero
forma(ba) parte del equipo de campaña de Josefina; y 2. El regreso a sus
labores legislativas ocurre justo cuando la campaña de la panista se encuentra
en franco debacle. Pero bien dicen que cuando las ratas son las primeras en
saltar cuando saben que el barco está por hundirse (no es que yo tenga esa
percepción de Gustavo, es que así va el dicho).
Pero Madero no es el único que ha
huido del desastre, también Francisco Ramírez Acuña, ex gobernador de Jalisco y
quien recientemente había sido nombrado en el CEN del PAN como parte de la
reestructuración para la campaña presidencial, dijo “¡esquina bajan!”. Sólo que
el este caso resulta un poquito más extraño que el del senador, ya que este
último parece que tomó la decisión por cuenta propia. Sin embargo, al ex de
Jalisco lo movieron desde más arriba (aunque eso no quiere decir que él no lo
haya solicitado), nada más y nada menos que desde la presidencia de la República.
Resulta que Felipe “Milhouse” Calderón decidió darle el puesto de embajador de
México en España (WTF?) cuando hay muchos otros perfiles dentro de la política
(y el cuerpo diplomático, digo, se supone que todos los puestos en Relaciones
Exteriores se proporcionarían por carrera) que bien pudieron haber ocupado el
puesto sin dejar una chamba tan importante en estos momentos. Además, tan poco
tiempo falta para que termine la administración calderonista y tanto tiempo
había pasado la embajada mexicana en España sin titular que los rumores en los altos
círculos daban por hecho que así se quedaría hasta que el nuevo presidente
ocupara su cargo.
Díganme ustedes si no resulta
extraño que a Josefina, dos de las figuras más importantes dentro de su círculo
de confianza se le estén yendo. Una de dos (se habrán dado cuenta que me
encanta dar opciones para todo, digo, uno tiene que mantener abierto su panorama
a todas las posibilidades), este es el comienzo de una huida en estampida o
sólo una muestra del poco apoyo y confianza del gobierno federal a su propia
candidata. No cabe duda que quien lobos anda…
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