“Son constructores de libertad y esperanza”. Así describe Josefina a OstosSola, la compañía propiedad de Antonio Sola, en un video donde la candidata felicita a la empresa y a quienes colaboran en ella, por su décimo aniversario.
En el video, de apenas 49 segundos de duración se puede observar a una Josefina mucho más natural, sonriente y desparpajada, claro, fue grabado cuando aún era precandidata del PAN y vivía las mieles de ser ella quien liderara sin ningún problema las encuestas de opinión. Así es, mucho antes de que nuestra Chepina se topara con la cruel realidad que la ha hecho demacrarse y lucir mucho menos segura y audaz las últimas semanas.
Me choca ser redundante y de repente tocar temas que ya han sido abordados en días anteriores en este blog, pero por más que quiero, nuestros políticos tropiezan de nuevo y con la misma piedra. Ellos no se fijan por dónde caminan, eso es un hecho. Digo esto porque la semana pasada, y otra vez ayer, escribía sobre las incoherencias de nuestra clase política y de cómo ésta me ponía muy mal. Y muchos días antes escribía sobre la negación que hacía Josefina de Sola como colaborador de su campaña (cuando TODOS sabemos que es el artífice de la misma) por la pésima reputación que el mercadólogo tiene en nuestro país por haber sido el constructor de la campaña de miedo que tanto éxito tuvo en 2006 durante la campaña presidencial y que, además, terminó por darle la capitanía de nuestro muy jodido barco al muy querido, respetado, nada vapuleado y H. H. H. capitán, Felipe Calderón (si a él se lo debemos, díganme dónde lo encuentro para aventarle aunque sea un jitomate, ¡por favor!).
Sí, y esto es algo que no sólo lo pienso y digo yo, ni tampoco el titipuchal de analistas políticos que tanto han escrito al respecto a lo largo de todo el sexenio (¡cuántas plumas se han corrido ya!... sin albur, aunque parezca), sino que la misma Josefina lo asume y reconoce al mencionar que “no podría entender la campaña del presidente Calderón” sin la colaboración de Sola. Pues no, cómo la va a entender, si gracias a su trabajo sucio ella tuvo chamba cómoda los últimos seis años.
Lo irónico (aunque también pudiera ser definido como cínico), es que a Sola, a quien le gusta basar sus campañas en el desprestigio, en el golpe bajo, en la mentada de madre disfrazada, en el encono y la generación de miedo, la candidata panista lo considere como una persona que es “audaz, atrevido y que sabe construir equipos de manera solidaria”, sin mencionar la frase con la que comencé esta entrada de blog.
Si estos son los valores que observa Josefina en una persona como Antonio Sola, yo me preocuparía, porque serían los mismos bajo los cuales regiría de llegar a la presidencia. Yo no votaré por alguien con una visión tan maleada de la virtud.
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