A mí la incoherencia entre los discursos
y los hechos que se dan todos los días dentro del equipo de campaña de Chepina,
incluyendo a la candidata, por supuesto, me resulta en ocasiones de lo más
hilarante, por no decir cagado (en otros momentos me dan pena ajena, pero eso
es harina de otro costal). Es que de verdad, pareciera que ni ellos mismos se
escuchan. A veces me da la impresión que son como los típicos amigos
chingaquedito que primero te amarran las agujetas de los zapatos entre sí para luego hacerte correr en chinga y que te
rompas la madre.
Ya les había compartido yo mi teoría
de que los panistas se están convirtiendo en los peores enemigos de su propia
candidata, ya saben, le ofrecen un asiento, pero ya habiéndolo llenado de
alfileres antes. Y es que la envidia está que arde dentro del partido, de
hecho, no sé yo qué tan efectivo sea que Ernesto “Mr. Bean” Cordero forme ahora
parte de la campaña de “La Jefa” (de hecho, qué curioso, me recuerda al título
de una telenovela que protagonizó la Gaviota, “La Dueña”… qué de cosas curiosas
está llena la vida, ¿qué no?), porque a mí me suena que su frustración por no
haber sido él el mero mero, lo pueden hacer actuar intempestiva e
irracionalmente (o tal vez es sólo que me gusta sobre dramatizar, pero a poco
no sería interesante que algo así sucediera, digo, le imprimiría cierto aire de
novela policiaca a la campaña, por aquello de tener que encontrar al asesino
del dueño de la casa cuando los únicos sospechosos se encuentran de entro de
ella y resulta que son familiares… #notamental, el que tenga cara de ser el más
tarado casi siempre es el culpable).
Y todo esto sale a colación (no,
no hablo de la que se usa para llenar la piñata) porque Josefina, en un acto de
campaña que tuvo en Jalisco aseguró que ella NO traía tortas bajo el brazo para
comprar votos (lo que seguramente desilusionó a más de uno de los que estaban
ahí presentes), pero más sin embargo no le aunque, regaló combos a los
asistentes que incluían saleros y servilleteros de plástico con la bonita foto
de la candidata. Y se relaciona con lo dicho en los primeros párrafos porque,
si existiera una verdadera coherencia en su discurso, una de dos: O no regala
ni madres a los asistentes (mas que banderines) o no dice que no va a regalar
ni madres para comprar votos. Incoherencias de las que tal vez ella no está al
tanto (vamos a darle un poquitito de crédito a Chepina), pero sí su equipo
priísta (porque de verdad si no son priístas, entonces sus neuronas no
funcionan AT ALL).
Y sí, sí me enfoco hasta en los
más mínimos detalles en todo lo que hace la panista, pero es que soy como un
padre que sólo hace críticas constructivas porque quiere que sus hijos sean
mejores cada día. ¡Aunque en todas las familias hay cada oveja descarriada!
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