lunes, 23 de abril de 2012

Sin señal para Josefina

Josefina no repara en vergüenzas. De verdad que no logro entender qué es lo que pudiera estar sucediendo con su campaña que las pifias no dejan de sucederle, de verdad, no hay semana que no le ocurra algo de pena ajena. 

Por si no se han enterado, se los cuento aquí. El día de ayer Josefina abrió un ciclo de presentaciones que tendrán los candidatos presidenciables en la televisora CNN en el que, a lo largo de esta semana, se estarán presentando (querían que sólo fueran dos más, pero por más que quisieron sacar a Quadri del plan nomás no pudieron).  

El chiste es que a los 7 minutos de haber comenzado el programa, se cayó la señal que viene desde Atlanta (o al menos esa fue la explicación que dio la empresa) y se tuvo que interrumpir la transmisión tanto en televisión como en internet. Por supuesto que en el foro también se interrumpió el evento. Los ejecutivos responsables se excusaron dando la explicación que ya les comenté y propusieron que se reagendara la dinámica para días posteriores. 

A ver, la verdad es que las posibilidades de que ocurra lo que le ocurrió a Josefina son mínimas a menos que se viva en un universo paralelo, sin embargo yo, que no quiero pensar mal de una de los canales de noticias más reputados mundialmente (en gran parte debido a su alto nivel de objetividad), asumo que efectivamente se trató de mala suerte (aunque Josefina quiera verlo como una segunda oportunidad para regresar más preparada) y no de mala fe por parte de la empresa. 

Pero, si nos decantamos precisamente por la segunda opción, la verdad es que Josefina ya debería de estar en el camino de romper algún tipo de récord en el rubro “La campaña presidencial más accidentada de la historia”. Esta mujer está saladísima y sigue rehusándose a ir a Catemaco a que le quiten el mal de ojo, que buena falta le hace. Sin embargo, una parte de mí preferiría que no se hiciera la limpia, mi morbo es el suficiente como para preguntarme qué tantas cosas más le podrán pasar a Josefina de aquí al 1 de julio. ¡Que alguien rece por ella!

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